En un lugar sin scrips ni cinematográficas, sin dificultad elegible, te jodes. Al cruzar aquella puerta comenzó la paradoja, una puerta cuyo único fin fue cruzar la siguiente, encontrar la condenada llave, fumarte un piti antes de continuar. Como dijo el mago Camus, el clima de la absurdidad está al comienzo. Alguien mejor que tú estuvo antes aquí, lo hueles, todos los cofres están abiertos y acabas de perder el monedero y la tarjeta. Crees ser el héroe, igual solo eres un parguela, el siguiente cadáver a lootear o carne para orco. El menú es una puta mierda, no sabes dónde coño has metido el toyota, pero al menos no es Ubisoft. ¡Mierda!, ¿Reggaeton?, los orcos andan cerca... Tú y yo somos iguales, eh, somos almas gemelas, ah. Por la mitad del juego y aún no sé de qué coó va. ¿Piti? "Las grandes obras nacen a menudo en una esquina o en la puerta de un restaurante. Y lo mismo la absurdidad". ¡Oh, Camus!, loado sea tu padre y tu madre, por esta magia.

Lore es una instalación del artista valenciano Daniel Dobarco en la que, a través de distintos elementos pictóricos y escultóricos, se compone una mazmorra. Esta mazmorra alude directamente al entorno clásico de los videojuegos de rol, dónde el jugador tiene que adentrarse en una cueva para eliminar a los enemigos y conseguir el preciado botín. Daniel relaciona este viaje con sus miedos y objetivos del día a día, generando relaciones entre su trabajo precario, sus aspiraciones artísticas y las formas que tiene de lidiar con estos problemas. Los entes dispuestos en el espacio expositivo tienen una mirada triste y vacía que invita a apiadarse de ellos, parecen tener también sus problemas y frustraciones con los que lidiar. No quieren enfrentarse a ningún héroe ni tampoco parecen tener ningún tesoro que necesiten proteger con su vida.